Bienvenid@s

Les agradezco su visita a mi nuevo blog, espero que toda la información que publico sea de su utilidad.
Un saludo

sábado, 25 de septiembre de 2010

Y por fin en casa

Algunas madres, sobre todo las primerizas, cuando llegan a casa con su bebé entre los brazos, entran en una situación que es casi de pánico, al sentirse "solas y desamparadas" ante la tremenda responsabilidad de cuidarle y atenderle en todas sus necesidades. En el hospital han sido médicos y enfermeras los que han asumido esa misión y ellas tan solo han tenido que ocuparse de disfrutar de sus nuevas e intensas emociones, inmersas en los cuidados, en el cariño y en la atención de sus parejas, de sus familias y amigos. Pero ahora, aquí en casa, parece que el mundo se les viene encima. Esta es una sensación bastante normal sufrida por, al menos, el 80% de las mujeres. Las causas se encuentran tanto en un origen físico como en el emocional y son muy fáciles de explicar desde el punto de vista médico y psicológico.

Tras nueve meses de embarazo el cuerpo de la mujer ha experimentado todo tipo de cambios. Muchos de sus órganos internos han tenido que recolocarse para ir dejando sitio al feto que día a día iba adquiriendo mayor tamaño. Las hormonas, que hasta ahora han tenido un funcionamiento normalizado, con el embarazo pierden su equilibrio, preparando el cuerpo para tan importante acontecimiento. Estos cambios se producen poco a poco a lo largo de los nueve meses de embarazo y es por eso, quizás, que las molestias producidas durante el proceso (náuseas, caprichos, etc.) sean de carácter débil y casi anecdóticas. En cambio, el parto es un acto que se produce en muy poco tiempo, casi de repente y tras él, los órganos se empeñan en volver a su normalidad y las hormonas se reformulan para provocar que el cuerpo de la madre produzca la leche con la que ha de alimentar a su bebé.

Fuente: Mi bebé de 0 a 3 años, Libsa

No hay comentarios:

Publicar un comentario